tengo el corazón lleno de vos y de paciencia,
paciencia al tacto suave de tus labios,
al dulce reposo de tu cuerpo sobre el mío;
a la música de las esferas y a tu latido en sincronía con mi latido,
que podrían o no explicar que llovemos,
que batimos el cielo con las manos
y después nos lamemos los dedos
tengo el corazón lleno de vos y de cristal cortado
que corta, a su vez, mi respiración y mi tiempo
no sé si escaso el tiempo y absurda mi paciencia,
sólo sé que los girasoles de mi seno izquierdo sienten el cosquilleo del sol en su tallo
y en mi paciencia reside, paciente, la impaciencia
de vos, de los cerezos
de tu calma
y la mía,
de tu beso