lunes, 27 de junio de 2016

de ti nace el arte

nos he visto,
en nuestra habitación,
tendidos sobre una alfombra color vino,
con un tocadiscos sonando
en medio de los dos
vi el humo salir de tu boca para entrar en la mía
el precioso contraste de tu piel y la mía,
pienso en cuando nos miramos despacito
descubriéndonos, aprendiéndonos
tiembla mi cuerpo ante tan magnífico arte
y quedo atónita
porque, vida mía, existes
existes aquí conmigo
y me entran ganas de cantarte, besarte, tocarte, adorarte, arañarte, bailarte, olerte, probarte, morderte, observarte, sentirte, fotografiarte, molestarte, complacerte, comerte, y verte
verte, verte
y no dejar de verte nunca
de ti nace el arte, mis ganas y las frambuesas dulces en invierno.

domingo, 21 de febrero de 2016

Blue sunday

 

El día que te fuiste al tiempo le dio por ir lento, inconcebiblemente suave desfile de segundos que se desgarran en el espacio cuando toco mi propia espalda en un abrazo de pausa.

Las aves cesaron su vuelo para escuchar con atención mi llanto desde las copas más altas de los árboles y se limitaron a chocar sus cuerpos contra las ramas más frondosas.

Y ahora que te escribo la luna brilla, preciosa, en lo alto junto con todos tus lunares, estrellas de mi cielo; y me sonríe con su gesto de madre prometiendo que voy acostumbrarme de a poquito, como de apoquito fui lloviendo besos en tu espalda.

Todo lo que soy te quiere a ti,

mi cuerpo se fatiga ante el pronóstico de un mes sin tu divina piel, intensas tormentas eléctricas acompañadas de viento frío.

Recuerdo la primera vez que te miré a los ojos, nuestras pupilas se dilataron y ante mi sólo estabas tú, no había absolutamente nada a tu al rededor, sólo podía verte a ti.

Si cierro los ojos, estás observando mis pupilas dilatadas,

Si abro los ojos, no te encuentro.

Cierro los ojos para decir "te amo"

y sonrío por ti, guerrillero loco y bendigo tu alma, tu preciosa alma,

fuiste tú quien me enseñó que uno debe hacer lo que debe hacer, empezando por escuchar por su propia voz.

Y mi voz dice qué victoria más grande nuestro amor.

martes, 19 de enero de 2016

Que crezcan girasoles incluso en los

Que crezcan girasoles incluso en los lugares más tristes, como por ejemplo en mi seno izquierdo.

Que llueva como he llovido sobre tu desierto, que es ahora parte de mi oceano,

y que los árboles rompan con sus raíces el firmamento.

Tengo la sensación de poder transformar el espacio cuando llevo mis manos a tu espalda, cuando me besas con esa dulzura loca y me miras con el fuego que desato en tus entrañas, cuando me proclamo tuya, tuya, tuya y viajamos como un sólo ser en una gota de agua.

Cariño, tal vez tú me quieres por lo pequeña que es la ciudad pero yo te amo por lo grande que es el mundo y porque en ti encontré un hogar, porque cuando te miro con el cabello cayéndote sobre el rostro, como de tu frente cae sudor sobre mi cuerpo; tus labios entreabiertos dejan a la vista tus pequeños dientes, tus ojos no están simplemente cerrados, sino que están abiertos a otra galaxia, lo sé por la manera en la que me miras después de que toco tus labios con la punta de la lengua, como si creyeses que pertenecemos a otro planeta;

y me asombro de existir,

de que existas,

conmigo,

de la dicha tan grande que es coexistir.

Te adoro infinitamente por enseñarme, guiarme y protegerme, por cuidarme como a una planta y por mis átomos que danzan el canto de tu ave azul como los átomos tuyos danzan el canto de la mía.

Te reconozco al tocarte, estabas conmigo a la hora del Big Bang.